El buen control en la conducción del automóvil recae en la dirección, y una manera sencilla de detectar algún problema es cuando revisamos la alineación. El desgaste natural de las piezas en la dirección, que en ocasiones es responsabilidad por los percances en las vialidades (baches y golpes), va provocando que la alineación se pierda y ocasione primeramente un desgaste prematuro e irregular de los neumáticos y una inestabilidad al conducir que aumentará a corto plazo. 

Debido a este desgaste, deben remplazarse las partes dañadas antes de que perjudiquen al resto de la dirección, por ello, es importante que la alineación se realice con frecuencia al igual que el balanceo de las ruedas, hacer la rotación de neumáticos, y muy importante, revisar la presión para obtener el rendimiento óptimo de las llantas. 

Para mejorar su economía, en vez de cambiar las llantas cada año, la recomendación de Mundial Centros de Servicio es alinear el vehículo 2 a 3 veces por año.